lunes, 15 de agosto de 2011

ASUSTAR EL PULPO

Dicen los que saben de ello que, para que el pulpo no resulte duro y sea agradable y fácil de comer, hay que "asustarlo" primero. Pues bien, el proceso para asustarlo consiste en escaldarlo tres veces, sumergiéndolo en agua hirviendo durante unos segundos por tres veces.
Tal parece que el candidato Rajoy, que ya se ha "comido" dos convocatorias electorales "duras", no está dispuesto a que tal cosa se repita y se dedica a "asustarnos" con con el escaldado de sus palabras o las de sus acólitos un día sí y otro también.
No puede tener otra intención cuando, después de dos semanas perdido en alguna playa, lejos de las tormentas financieras que han azotado Europa y especialmente Italia y España, cuando lo peor parece haber pasado, al menos de momento, reaparece en la "fiesta del pulpo" de Carballiño para escaldarnos der nuevo en el agua hirviendo de las dudas. No puede pretender otra cosa, al poner otra vez en duda las cuentas de Italia y España.
Yo no creo en eso del patriotismo, porque, demasiadas veces, se hace sufrir en su nombre a muchos compatriotas y, en su nombre, se han llenado muchas cuentas secretas en el extranjero. Por eso, me limito a decir que la deslealtad de quien parece pretender ser presidente del gobierno de España -yo sigo teniendo mis dudas- no tiene límites.
Lo que no sé es si tan tóxicos comentarios -Moody's y Standard & Poor's deberían tener algún detalle con Rajoy por su colaboración- pretender tapar el eco que pueda llegar a tener la acusación, ya formal, de la Fiscalía Anticorrupción contra dirigentes del PP, empresas y la cúpula de la trama Gürtel por la financiación ilegal de la campaña electoral de Rajoy a las generales de 2008. La cosa parece tan clara que va a ser difícil que el PP salga indemne del proceso.
Es probablemente por eso, por lo que nos distraen forzando situaciones como la del impago a los farmacéuticos de Castilla - La Mancha, tan evitable como la subida de sueldos a los cargos de confianza de Cospedal, que no pretende más que ensombrecer el panorama financiero de las comunidades y servir en nuestras mesas el copago sanitario y quién sabe qué más, como una fruta madura.
Rajoy y los suyos seguirán haciendo lo posible para asustar el pulpo, con esa cara, entre el asco y la falsa indignación, que tan ensayada tienen ante las cámaras.

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