Hasta ahora, este gobierno, y casi todos, se conformaban con
ocultar aquellos datos que no les eran favorables, maquillar la realidad,
mostrarla sólo desde el lado más agraciado o, como las viejas glorias del
cuplé, aplicar el flou al objetivo para difuminar arrugas y defectos. Este
gobierno no. Este gobierno tiene, ha tenido ya, el descaro de quien cambia en
facebook su foto verdadera, la que mostraría su perfil más impresentable por la
de otro sujeto, más joven, más guapo y, a veces, de sexo distinto al que
realmente tiene. Lo hacen para atraer con engaños a quienes, de otro modo, ni
se fijarían en ellos y, lamentablemente, a veces lo consiguen.
Tal parece que ‘este gobierno no siente el más mínimo
respeto por la verdad ni mucho menos por los ciudadanos a quienes trata de
embaucar. Lo ha hecho al enterrar con el mayor descaro muchas de las falsas
promesas de su campaña electoral. También, con esa estrategia informativa que
somete a los ciudadanos a duchas escocesas con datos fluctuantes y desplantes
al Eurogrupo magnificados por su prensa, qué digo "por su prensa",
por toda la prensa, con los que obtienen en Bruselas una reprimenda, eso sí,
convenientemente amortiguada por los medios.
Tampoco le importa a este gobierno mantener ocultos los
presupuestos generales, no para el año que viene, sino para éste 2012 que anda
ya por la primavera. Sabemos que algo saben de ellos en Europa. Pero ¿y
nosotros? Porque los andaluces y los asturianos van a acudir a las urnas sin
conocer los planes del Gobierno para seguir podando las administraciones. Y, en
este punto, convendría recordar que, desde que el PP ha llegado a La Moncloa el
paro ha crecido de forma escandalosa y ha crecido de manera significativa en la
administración, el sector público y las empresas que trabajan para él. Y es que
las tijeras neoliberales, modelo "Tea Party", no tienen corazón,
porque sólo entienden de un dios implacable y de esas cuentas que sólo son
sostenibles sobre el papel.
Eso, por no hablar de la comunidad autónoma que más invierte
en agitación y propaganda, la de Madrid, que, ahora se ha sabido, olvidó
contabilizar en el déficit, sin que se haya señalado ni castigado a ningún responsable
por ello, más de mil millones de euros, con lo que el pecho sacado por
Esperanza Aguirre como súper administradora se ha desinflado en un rincón, ya
sin el foco ni los elogios de sus palmeros.
De todos modos, la palma de oro al mejor corto de ficción
tiene que ser para la ministra de Empleo Fátima Báñez que se ha gastado una
pasta en producir un video en el que se miente descaradamente sobre el alcance
de la reforma laboral, implicando en ella a los sindicatos que, por el
contrario, tienen convocada una huelga general para dentro de una semana en
contra de la reforma publicitada en el spot más caro y largo de la Historia,
con cargo a los inéditos Presupuestos Generales de este Gobierno que aprovecha
la más mínima para comportarse como el mentirosos compulsivo que parece ser.
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