A mes y medio de las elecciones del 26 de junio, que no son
ni una segunda vuelta ni un desempate, creo que conviene, como se debe hacer en
los adelantamientos, no quitar la vista del frente, el futuro,
ni dejar de mirar de vez en cuando al retrovisor, el pasado.
Sólo así tendremos las cosas claras en el momento de ir a votar. Mientras
tanto, como en un coche cargado de niños, de familiares, de amigos o de
desconocidos, conviene abstraerse de toso el ruido que nos rodea y nos va a
rodear, para que lo único que nos importe es avanzar con nuestro vehículo,
rebasar ese obstáculo que tanto nos retrasa y situarnos con bien ante la
carretera despejada.
Quienes hemos conducido, especialmente en carretera, sabemos
que, a la hora de adelantar, lo peor es la indecisión, las dudas, el miedo que
agarrota los músculos y confunde los sentidos y, sobre todo, la falta de
visibilidad, el no saber qué hay adelante y no tener claro si el vehículo que
conducimos va a responder como esperamos y necesitamos. Porque, si me apuráis,
nada hay peor que no saber cómo va a reaccionar el vehículo al que nos subimos,
si se va a quedar sin potencia, si le van a fallar los frenos cuando los
necesitemos o si tiene vicios en la dirección, si a la hora de la verdad se va
a vencer hacia la derecha o hacía la izquierda, llevándonos a donde no queremos
ir o, lo que es peor, a la cuneta.
Venimos de cuatro largos años de injusticia, de cuatro
largos años en los que hemos retrocedido, unos más que otros, décadas en el
tiempo, en el que quienes nos creíamos ya a salvo nos hemos visto de nuevo en
peligro. Años en los que el capitalismo, ese gran capital oscuro y duro
del que hoy hablaba Almudena Grandes, ha saqueado nuestra despensa, quitándoles
el pan a quienes más lo necesitan para almacenarlo sin control y sin vergüenza
en sus paraísos. De ahí venimos y de ahí necesitamos salir lo antes posible y,
para salir, necesitamos subir a un vehículo potente, sólido y fiable que nos
saque de ese infierno.
Ese vehículo no puede ser de ningún modo el que hace cuatro
meses nos prometió el paraíso y trató por todos los medios de aparcar en un
área de servicio, la de color naranja, porque el conductor, Pedro Sánchez,
tenía necesidades que cubrir. Nos engañó entonces y, con el coche lleno de
buitres graznando y esperando hacerse con sus despojos, es cualquier cosa,
menos seguro, porque, aunque el propio Sánchez quiera ignorarlo, es imposible
que acabe por llevarlo y llevarnos por sí mismo a buen puerto, porque va a
necesitar ayuda y tiene el vicio o lo tienen los que le sujetan el volante de
buscarla en la derecha.
La otra oportunidad que tenemos de salir de este barrizal es
la de subirnos al tándem, improvisado, si queréis, que han formado Podemos e Izquierda
Unida. La izquierda emergente, la surgida, si no en dirigentes, sí en votantes, del
15-M y la izquierda de siempre, tras años de intentos de renovación y de
relativa marginalidad, juntos, sumando votantes, para rebasar a quienes nos
dejaron en la cuneta, junto a compañeros de viaje indeseables a los que dio las
llaves de contacto y el volante.
Estas elecciones que se acercan son muy importantes, quizá
las más importantes que vamos a vivir quienes tenemos derecho a votar en ellas.
Y no podemos equivocarnos. Tenemos que tener muy claro que cualquier rebaja en
los impuestos, el reclamo con que nos engatusa le derecha, se transformara en
un aumento del déficit y en recortes que nos quitarán lo que es de todos para
dejarlo en manos de los que luego nos lo revenderán más caro y peor. En estas
elecciones no tenemos que hacer caso de los que reniegan de "los
comunistas", los mismos que impulsaron desde dentro, bajo el franquismo,
la defensa de la libertad y los derechos de todos.
Estas elecciones deben servir para salir cuanto antes de
esta región tenebrosa y para ellos, nada mejor que ignorar toso ese ruido que
nos rodea y nos va a rodear los próximos días, sujetar bien el volante, mirar
al frente. sin perder de vista el retrovisor e ir rebasando, uno por uno, todos
los obstáculos, sin olvidar que, aquí y ahora, sólo se puede adelantar por la izquierda.
1 comentario:
Excelente artículo...
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