Curiosa reacción la de los hasta ahora grandes partidos
españoles felicitándose por el triunfo de Emmanuel Macron en las presidenciales
francesas. Los dos, PP y PSOE, contentos y aliviados por la derrota de Marine
Le Pen, pese a su preocupante crecimiento en votos. Contentos, porque es lo que
toca fingir, cuando, en realidad, lo que han demostrado las presidenciales
francesas es que, después de décadas de gobernantes abusando de la democracia
y, con ella, de la paciencia y la capacidad de aguante de los señalados para
pagar la crisis, los trabajadores, las clases medias y, sobre todo, la de los
jóvenes, tras años y años de mirar para otro lado porque habían decretado
que había que hacerlo, los votantes franceses lo que en realidad han dicho es
que ya no quieren tener en la presidencia de la república a quienes vienen
dándoles la espalda, imponiendo una austeridad que ellos nunca han practicado,
quitándoles el trabajo, mientras daban sueldos por nada o casi nada a sus
esposas, sus hijos o sus amigos, han dado la espalda a quienes les hablan de
patria y colocan sus beneficios y sus botines en paraísos fiscales.
Los franceses han dado la espalda a quienes les hablan de
populismo, a quienes tratan de inculcarles el miedo al populismo, cuando nada
hay más populista que servirse del miedo ajeno en beneficio propio. a los del
"prietas las filas" y la demanda del voto útil durante dos meses,
para olvidar, en los cuatro o siete años que siguen, los viejos errores,
poniéndose al servicio de los especuladores, convirtiéndose en el engranaje
necesario para arrasarlo todo, llevándose por delante la dignidad y el
bienestar de aquellos a los que, sirviéndose del miedo, pide el voto.
En Francia, más que contra el demonio del populismo, han
votado contra el impopulismo de los que han sobrepasado todos los límites del
abuso y creo que aquí, en España, no tardará en ocurrir algo parecido, porque
los dos grandes partidos "de siempre", PSOE y PP, han pecado de
impopulismo. Uno y otro han dado la espalda a la gente, practicando el
despotismo más absoluto, actuando como agentes de una superestructura parásita
que, después de expoliar los territorios coloniales en África o donde fuese ha
pasado al expolio de las propias metrópolis, arrasándolas para convertirlas en
un erial inhabitable.
Rajoy ha dado muestras inequívocas de no sentir el más
mínimo respeto por sus votantes y de pensar en lo de todos, lo público, como
en un futuro botín a rapiñar para sí y para quienes le sostienes que, por
desgracia, están más allá de quienes le votan. Su partido corrupto es cada vez
más impopular. Ya, ni en los taxis se habla bien de él. Ahora, quienes guardan
silencio en las colas son sus partidarios, que esconden el voto y la opinión a
quienes, con razón, le critican. Se ha hecho impopular, como se han hecho
impopulares quienes le rodean, obligados por la cobarde sumisión de quien
quiere "hacer carrera" en el partido o por el miedo a ser delatados
por todos esos chorizos que, en algún momento, han pagado sus sueldos, sus
viajes o sus campañas. Ya no convencen ni él ni los suyos, porque queda poco
infierno con el que amenazar más allá del infierno en que nos están haciendo
vivir.
Rajoy se ha convertido en impopular, como Susana Díaz y el
aparato del PSOE al que representa se está haciendo cada vez más impopular. La
presidenta andaluza, está empeñada en una huida hacia adelante que la rescate
de la impopularidad que "le" crece en Andalucía, donde el reverencial
respeto al viejo partido que gobierna desde hace tantos años es cada vez menor,
donde decisiones, como las tomadas en la Sanidad Andaluza, tomadas de espaldas
a los ciudadanos y a sus intereses son cada vez más contestadas. Por eso está
empeñada de derrotar, como sea, a Pedro Sánchez, por eso le acusa de
impopulismo, porque sabe que, por lo que sea, está escuchando a las bases, las
mismas bases que ella y el aparato burlaron en aquella vergonzosa tarde en
Ferraz. Susana Díaz, más que le pese, es cada vez más impopular, tanto o más
que lo es Rajoy.
Lo de ayer en Francia, como puede serlo en España en cuanto
se pongan las urnas, fue un voto contra el impopulismo que allí y acá lleva
años gobernándonos.
1 comentario:
Muy buen artículo...
Publicar un comentario